EL TELETRABAJO RESCATA DE LA ECONOMÍA DEL PRIMER MUNDO
En Cerem IBS nos hemos sumado al teletrabajo para seguir dando servicio a nuestros alumnos y poder continuar plenamente con nuestra actividad. Son muchas las empresas que han implementado esta medida y gracias a esto se está evitando que el colapso de la actividad asfixie las economías del primer mundo.

La cuarentena de millones de personas por el COVID19 está poniendo a prueba la madurez de los jefes para confiar en sus empleados y hacerlos trabajar por objetivos. Pero según explican los expertos, no debemos confundirnos: del teletrabajo al trabajo inteligente aún hay mucho camino por recorrer.
Los países nórdicos junto con Países Bajos y Luxemburgo son los más avanzados en esta práctica del teletrabajo o “trabajo remoto” (a pesar de tener una tasa todavía baja ya que apenas llega al 10%).
En España aproximadamente el 91% de los hogares cuenta con conexión a Internet de calidad, lo que permite a todos los usuarios disfrutar de un acceso cómodo y rápido. Desde Cerem International Business School nos preguntamos ¿cómo es posible entonces que la penetración de Internet sea tan alta y que aun así no saquemos partido de ello?
Julián Gómez Bejarano, chief digital officer en la en la consultora independiente LedaMC, nos da la respuesta: “Ese mal es el presentismo, es decir, el necesitar ver a las personas de nuestro equipo, de nuestra compañía, sentadas en una silla y una mesa en una oficina para sentir la sensación de tranquilidad de que están trabajando. Pero esto no tiene por qué ser así”. Este experto recuerda que la tecnología nos habilita para imponer herramientas que permitan controlar qué está haciendo cada miembro del equipo en cada momento. “Hay empresas reticentes a hacerlo, que optan por aleccionar a los responsables, para que estén encima de los equipos preguntando constantemente qué tarea están realizando o cuál han terminado”, apunta.
No obstante, la lógica pide ir más allá: aprender a confiar. Por eso no debemos confundir teletrabajo con trabajo inteligente. Según David García Reus, director de operaciones de GTT Communications para España: “Smart Working no es solo trabajar desde casa. Requiere cambiar la cultura corporativa mediante la introducción de flexibilidad de horarios y lugares de trabajo, la autonomía, la delegación y el empoderamiento de las personas” Este experto considera el teletrabajo como una especie de predecesor del trabajo inteligente real y que al igual que otras iniciativas empresariales basadas en tecnologías de la información, tiene impactos que van mucho más allá de las ganancias de eficiencia en la empresa y afectan a la organización de los procesos, la esfera social y la sostenibilidad. Según García Reus estamos ante uno de esos raros casos de situación en la que todos ganan, incluso el medio ambiente: “Las empresas logran mejoras en la productividad y disminuyen el absentismo y los costes de los espacios físicos. El trabajador reduce los tiempos y costes de transferencia, mejora el equilibrio trabajo-vida y aumenta las motivaciones, con incrementos de productividad”.
Lo cierto es que la situación en la que estamos sumidos estos días debido al virus COVID-19 o coronavirus, va a suponer un antes y un después en la forma de trabajar de las empresas. José Ignacio Herranz, responsable de Innovación de Paradigma Digital indaga en algunas claves para este trabajo inteligente: “Desde el punto de vista de la productividad, la solución no es hacer por videoconferencia lo que antes eran reuniones presenciales, sino ahorrarnos reuniones innecesarias y hacerlas más eficaces. Debemos darnos cuenta de que el problema no está en si las personas trabajan desde su casa o desde la oficina, sino en la forma en que las empresas están organizadas. Así, para que el teletrabajo nos lleve a aumentar la productividad, hay que cambiar muchas otras cosas en las compañías y en las personas”
Algunos consejos para propiciar este cambio de cultura son escribir con claridad los emails, preparar bien las reuniones y evitar las convocatorias innecesarias, entre otros. Pase lo que pase y sea cual sea el futuro del teletrabajo, la educación online muestra una vez más sus ventajas y parece ser el futuro. En Cerem seguimos abiertos 100% online.