Generalmente, cuando se hace referencia al capital en empresas u organizaciones, se entiende como el conjunto de activos que puedan ser usados para producir bienes y servicios múltiples; pero dentro de este concepto no se incluyen los recursos naturales que se utilizan en los procesos de producción de bienes y/o servicios.
¿Qué es?
Por Capital Natural se entiende como el conjunto de activos que produce servicios ecosistémicos, los cuales sostienen la actividad socioeconómica de una población. Para ampliar un poco más este concepto, se puede decir que es un stock que genera un flujo de bienes y servicios naturales a lo largo del tiempo.
Dentro de esto se incluyen las reservas minero-energéticas, la fertilidad del suelo, el agua dulce, la estabilidad climática, la calidad del aire, el mantenimiento de los ciclos biogeoquímicos y la diversidad animal y vegetal con la que cuente una región determinada. Todos estos elementos comprenden un flujo sostenible de bienes y servicios útiles o renta natural sostenible a lo largo del tiempo.
Complementando esta idea, el capital natural se puede entender como servicios ecosistémicos, que incluyen todas aquellas condiciones y procesos mediante los cuales los ecosistemas naturales y las especies que los conforman sostienen y satisfacen las necesidades del bienestar humano.
Hacia 2003, se incluyen nuevos aspectos en el concepto, lo que permitió que estuviera presente en los cálculos económicos, concibiendo los aspectos naturales como un capital que debe ser preservado, conservado y renovado para el desarrollo económico.
Pero la definición no queda solamente en aspectos económicos o empresariales, puesto que también es entendido como la interrelación de los diferentes ecosistemas, lo cual determina su integridad; esto implica que, así como se entiende desde la economía y la ecología, se mire desde lo social y lo cultural, puesto que está directamente relacionado con la cotidianidad de la humanidad.
Dichas reservas suministran servicios como la filtración del aire y el agua, la producción de alimentos, la polinización, la regulación del clima, el control de la erosión y espacios para la recreación —conocidos como servicios ecosistémicos (SS. EE.)—, que son esenciales para el bienestar humano.
El capital natural es una de las formas comúnmente reconocidas de capital, además del financiero, humano, social, manufacturado y relacional. Todas están interrelacionadas y no es posible separarlas.
Funciones del Capital Natural
Las funciones que cumple el Capital Natural no se restringen únicamente a los sectores productivos, sino que puede verse en la cotidianidad de las personas. Estas funciones se dividen en:
- Funciones de regulación: en las que se encuentran la regulación atmosférica, la regulación climática, la amortiguación de perturbaciones, la regulación hídrica, la disponibilidad hídrica, la sujeción del suelo, la formación del suelo, la regulación de nutrientes, el procesado de residuos, la polinización y el control biológico.
- Funciones de hábitat: Función de refugio, de criadero, comida, materias primas, recursos genéticos, recursos medicinales, elementos decorativos.
- Funciones de información: Información estética, función recreativa, información artística y cultural, información histórica, ciencia y educación.
- Funciones de sustrato: Vivienda, agricultura, conversión energética, minería, vertedero, transporte, facilidades turísticas.
Todos estos aspectos hacen parte, de una forma u otra de la vida en general, no solamente de la producción de bienes y servicios, y es desde esta perspectiva que el capital humano cobra relevancia en campos tanto económicos como sociales, culturales y ecológicos.
Cuantificación del capital natural
Para hacer relación de este aspecto, se retomará desde la cuantificación del Capital Natural referida por Stratton (2006), quien menciona que todo proceso de toma de decisiones está condicionado a hacer alguna forma de valoración que permita elegir entre distintas alternativas.
Para relacionar la teoría del valor y el capital natural, se hace desde los siguientes puntos:
1. Aproximaciones basadas en las preferencias humanas:
- Aproximaciones al valor desde la teoría de mercado: con la cual se busca determinar el precio monetario de cada bien o servicio en el mercado, esto relacionado con el concepto de las externalidades.
- Aproximaciones basadas en la percepción socio-cultural: Esto recoge aspectos sociológicos como la identificación de una cultura o sociedad con el territorio en donde se habita.
- La deliberación grupal: Orientada a una elección social que agregue las preferencias de la población, para lo cual se pueden tener en cuenta muchas personas, pero eso dificultaría la toma de la decisión.
2. Aproximaciones basadas en costes físicos:
- Cuantificación de los requerimientos de materias o de superficie terrestre o marina requerida por el metabolismo económico: lo que será utilizado para distintos proyectos económicos con el fin de realizar una estimación de la cantidad de plantas y animales presentes en la zona.
- Cuantificación del coste energético o exergético de los procesos: haciendo referencia a los distintos procesos de producción, distribución y consumo, lo cual ayuda a encontrar momentos en donde se da un gasto mayor de energía y se puede lograr un ahorro de esta.
- Aproximación biogeofísica del valor: Desde donde se relaciona la ecología, biología y geología; con distintas mediciones, los científicos discuten la posibilidad de una nueva era geológica.
Degradación del capital natural
En las últimas décadas se han presentado diversos llamados de atención ante la insostenibilidad ambiental, lo que se puede evidenciar el reporte de riqueza inclusiva de la ONU, en el cual se expone que a pesar de que el capital manufacturado se ha incrementado, mientras que el capital natural ha decrecido.
Lo anterior pone en evidencia como el crecimiento económico se ha promovido en la misma tendencia en que se han deteriorado los recursos naturales, lo que ya es notable en algunas regiones del planeta.
Entre las razones de esta degradación natural se puede contar la sobreexplotación de recursos naturales, la expansión de las fronteras agrícolas, ganaderas y pesqueras, el uso excesivo de combustibles fósiles, entre otras.
La erosión, la desertificación, la contaminación del agua y del aire, la perdida de la biodiversidad, el deshielo de los glaciares y la consecuente elevación en los niveles del mar, y la alteración de ciclos biogeoquímicos, son solo algunas de las consecuencias de este desgaste desmesurado de los recursos.
Son estos aspectos os que han llevado a que se planteen diversas estrategias para desacelerar el desabastecimiento de recursos naturales que, entre otras razones, pone en riesgo la vida tal cual la conocemos. Entre estas estrategias se cuenta con las medidas asumidas por los países miembros de las Naciones Unidas, entre las que se cuentan los Objetivos del Desarrollo Sostenible, agenda en la que se incluyen puntos para el cuidado de los ecosistemas terrestres, marinos y aéreos, lo que llevaría a poder tener una mejor vida en el futuro, si esto llegase a cumplirse.
Cómo preservar el capital natural
A diferencia de lo que enseñaban hace algunos años en los colegios, los recursos naturales han dejado de ser renovables debido a la excesiva explotación de estos, a lo que se puede agregar la sobrepoblación del planeta, lo que demanda cada vez más recursos, conllevando no solo a la reducción del capital natural, sino a su inevitable extinción.
Para evitar esto, es imperativo tomar medidas de contingencia que permitan proteger el capital natural, que como se ha visto hasta el momento, no es solamente esencial para los procesos productivos, sino para la vida humana mismas. Entre las propuestas que se han puesto sobre la mesa para alcanzar este objetivo se encuentran:
- Políticas de Protección de ecosistemas tanto naturales como artificiales, lo que conlleva a la protección y conservación de la biodiversidad.
- Estrategias para el manejo integral del agua, lo que implica proteger, gestionar y conservar todas las reservas de agua, como acuíferos o cuencas: asegurando, de esta forma, la disponibilidad de agua.
- Controles sobre la contaminación de mares, costas e islas, que incluyan todos los recursos biológicos y pesqueros.
- Programas de concientización en las comunidades sobre la protección de los bosques que, además permitan impulsar la gobernanza local y consolidar el tejido social, avanzando en el manejo sostenible de los recursos terrestres.
- Diseño e implementación de estrategias de adaptación al cambio climático por medio de infraestructuras sostenibles.
- Fomentar el turismo sostenible para minimizar los impactos negativos, y al mismo tiempo que garantiza una rentabilidad económica y social.
- Por medio de leyes y políticas, fortalecer las instituciones ambientales, así como las normativas que las regulan.
- Incrementar el uso de energías que procedan de fuentes alternativas, como la energía solar o eólica.
- Desarrollo de ciudades sostenibles, en las que el modelo de consumo y producción sea respetuoso y sostenible con el medioambiente.
- Hacer un giro hacia un sistema económico circular, en el que se implemente la reutilización, reducción, reciclaje y reparación. Desde el sistema capitalista, se podrían buscar estrategias que generen un equilibrio con la conservación del capital natural.
¿Tiene el Capital Natural relación con los Sistemas de Gestión Empresarial?
Teniendo en cuenta que, entre los principios de los Sistemas de Gestión Empresarial se encuentra el ofrecer mecanismos que permitan a las empresas adquirir, producir y transmitir, al menor costo posible, datos e información con calidad, exactitud y actualizados en tiempo real, de tal manera que se cumplan los principales objetivos de la empresa; y los principios del Capital Natural expuestos, se pueden presentar los siguientes puntos en común entre los dos campos:
- El capital natural hace parte del conglomerado del contexto de la organización, siendo un aspecto principal en lo que corresponde a los Sistemas de Gestión Empresarial, y que, por lo tanto, se deben tener en cuenta en aspectos como los costos, la transformación y la producción. Esto lleva a que se deban cumplir una serie de requisitos esenciales que aseguren la supervivencia de la organización, cumplir con la responsabilidad social por medio de la compensación al daño ambiental y el bienestar social y, el crecimiento económico sostenible.
- El equilibrio entre la sociedad, el medioambiente y la economía, se considera pilar para satisfacer las necesidades, sin poner en riesgo la capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus necesidades, es una función fundamental de los Sistemas de Gestión Empresarial.
- Estos Sistemas deben exigir a la Alta Dirección de las empresas y/o organizaciones compromiso con la cultura y los valores ambientales; facilitan la toma de decisiones sobre el valor del uso de los recursos naturales, su afectación y recuperación, aportando en el diseño e implementación de políticas, estrategias por medio del ciclo de PDCA (Proceso de Control, Verificación y Análisis), el cual permite minimizar costos, impactos y pérdidas ambientales, económicas y sociales.
- La valoración del capital natural requiere de una economía saneada (Sistema de Gestión de Compliance), tener previsión a largo plazo para controlar los riesgos medioambientales que puedan llegar a afectar la producción (Sistema de Gestión de Riesgos). Así mismo, es importante mantener una relación transparente con todos los stakeholder, de tal manera que acepten las condiciones de prestación de servicios ecosistémicos dentro de los parámetros y estándares que la propia empresa defina como necesarios dentro de los valores y la cultura del capital natural.
- Los campos de acción que hacen parte de un Sistema de Gestión Empresarial permiten desarrollar procedimientos de trabajo en condiciones de seguridad y salud, lo cual contribuye al buen desenvolvimiento de clima laboral con acciones que mejoran, tanto el entorno ambiental como la calidad de vida de los trabajadores.
Conclusiones
A modo de conclusión, se puede definir que el Capital Natural, es un componente de gran importancia para las empresas, pues de su valoración a nivel económico, social, cultural y, por supuesto, ambiental; teniendo en cuenta que, no solamente en los procesos de producción, sino también para la supervivencia misma de todos los componentes que conforman las empresas u organizaciones.
Ahora bien, este capital no es del todo infinita, especialmente cuando las mismas empresas no dan el tiempo para que se desarrollen estos procesos de renovación, por lo tanto, si las empresas no le dan el valor tanto monetario como social y cultural a este aspecto del Capital, no solamente sus procesos de producción y sus ganancias se verán afectados, sino la vida en general.