La crisis económica que ha sacudido a la mayoría de los países desarrollados ya es conocida como “La Gran Recesión”. En este periodo, que comenzó a nivel mundial en 2008 , el mercado de trabajo se ha resentido. Ahora que parece que estamos en los albores de la recuperación, al menos en España, nos encontramos con una realidad sociolaboral diferente a la que existía antes de la crisis:

• El gobierno ha hecho reformas sustanciales en la legislación para converger en materia de Derecho del Trabajo con otros países de la Unión Europea y para apoyar a la consecución de una  mayor productividad en nuestras empresas. 
• Los empresarios han “soltado lastre” reduciendo puestos de trabajo ocupados a la “vieja usanza”, es decir a jornada completa y por tiempo indefinido. Con la recuperación  económica y durante la crisis las empresas han contratado y están contratando nuevos trabajadores con unas condiciones muy diferentes: contratos a tiempo parcial, temporales, y sobre todo autónomos o “freelance” que trabajan por proyectos.
• Los sindicatos evolucionan hacia un modelo más racional y de menos confrontación, un modelo en el que el análisis del balance económico de la empresa, el plan estratégico y la sostenibilidad de la organización a medio y largo plazo ocupan el primer punto en la mesa de negociación.
• Los trabajadores ven como los empresarios estimulan y fomentan el uso de las reducciones de jornada por guarda legal o el cambio de las condiciones contractuales de mutuo acuerdo. Ejemplo de estos cambios son la modificación de la jornada y lugar de trabajo, el traspaso de salario fijo a salario variable e incluso las liquidaciones de contrato laboral para pasar a facturar el mismo trabajo de forma mercantil, inicialmente a través de otra empresa y después como autónomo una vez transcurrido un tiempo prudencial desde la finalización de la relación laboral

Una buena cantidad de directivos y profesionales de Recursos Humanos consideramos que también ahora es el momento de apostar fuerte por la inversión en el desarrollo de las personas en las organizaciones.  Es hora de invertir una mayor parte de los beneficios  económicos de la empresa en formación, en rotación, en promociones, en mejoras de los espacios físicos y virtuales del centro de trabajo y en nuevas políticas de conciliación,  teletrabajo, y compensación flexible o a la carta. Será la mejor manera de conseguir más compromiso de las personas con el proyecto empresarial y contribuir a la consecución de una productividad sostenible y una mejora de la empleabilidad de los trabajadores, bien se produzca  ésta dentro o fuera de la organización.

Mientras tanto en España las cifras de empleo y afiliación a la Seguridad Social continúan mejorando. Pero no nos engañemos a nosotros mismos, es conveniente hacer una lectura profunda de los datos ya que detrás de esos números nos encontramos con un empleo cada vez más precario.  Existen más personas en régimen de pluriempleo y pluriactividad, afiliación de una mismo trabajador en diferentes regímenes de Seguridad Social,  personas que antes de la crisis contaban en las estadísticas como uno y ahora cuentan como dos, como tres o más aún.