Una vez recogidos y analizados todos los comentarios sobre el DIS (Draft International Standard) 9001:2015, puesto en circulación en julio de 2014, en un plazo de dos meses comenzará la distribución del último borrador de esta nueva edición de la norma que tiene prevista su publicación el próximo otoño. Este documento conocido como FDIS (Final Draft International Standard), nos permite ya hacernos una idea bastante amplia acerca de lo que esta publicación va a suponer. No obstante conviene recordar que aquéllas organizaciones que están certificadas con la actual versión de la norma, esto es ISO 9001:2008, dispondrán de un plazo de tres años para adaptarse a la nueva certificación. Por su parte, aquellas organizaciones que deseen certificarse por primera vez en esta norma de Calidad no podrán hacerlo antes de marzo de 2017.
La nueva norma no supone en absoluto una ruptura con la anterior manteniéndose muchos de sus principios, sin embargo sí que supone la aparición de novedosos conceptos cuya aplicación a las organizaciones habrá que analizar con detenimiento. De entrada se apuesta por un planteamiento más generalista que facilite aún más el diseño e implantación del SGC con independencia del sector de actividad de la organización.
En primer lugar procedemos a repasar aquellos aspectos que se mantienen, sufren algunas modificaciones o se refuerzan en relación a la versión en vigor de la norma:
- Alineación de normas de gestión: Esta nueva versión de la norma se estructura de forma tal que su alineación con el resto de normas relativas a sistemas de gestión es total. Con ello se pretende aligerar la carga burocrática que tradicionalmente ha supuesto la implantación y mantenimiento simultánea de varios sistemas de getión permitiendo su integración y facilitando los procesos de certificación conjunta. La alineación de normas afecta claramente a ISO 14001, relativa a los Sistemas de Gestión Ambiental y a OHSAS 18001, estándar relativo a la seguridad y salud en el trabajo, pero también a otras muchas normas de gestión, como por ejemplo ISO 5001 relativa a un sistema de eficiencia energética.
- Liderazgo: La necesaria implicación del líder, materializada a través de una serie de requisitos indelegables por parte de la Alta Dirección, es uno de los ocho principios de la actual versión de la norma ISO 9001:2008 que no sólo se mantiene sino que se refuerza en la actual futura versión ISO 9001:2015. Sólo este liderazgo podrá permitir la implantación de lo que se denomina planificación estratégica que permitirá la alineación de los objetivos corporativos y los procesos críticos con el SGC.
- Enfoque a procesos: Constituía uno de los principios elementales de la antigua versión de la norma que se refuerza aún más en ISO 9001:2015. Aspectos que se recomendaban pero sin llegar a recogerse en la anterior edición, como la necesidad identificar los resultados esperables de los procesos o el uso de indicadores para su control pasan a mencionarse de forma explícita.
- Satisfacción del cliente: Es el aspecto esencial sobre el que pivota el SGC y en buen lógica se mantiene.
A continuación nos centramos en los principales cambios que esta nueva edición de la norma va a suponer:
- Análisis contextual más pormenorizado y gestión del cambio: Esta nueva edición refuerza la necesidad de contextualizar la organización a través de una mirada exhaustiva de su alrededor. La sociedad y el mercado en el que nos ha tocado vivir están en permanente revisión. Cualquier organización debe ser competitiva y cambiante para sobrevivir y ello implica, por un lado, una planificación exhaustiva atendiendo a elementos como los recursos o las responsabilidades para adaptarse a factores que son determinantes como las tecnologías que se reemplazan en períodos de tiempo muy cortos, la internacionalización gracias a la minimización de barreras de todo tipo o la legislación que también están en constante evolución para adaptar los marcos reguladores a las nuevas realidades. La gestión del cambio no debe limitarse a la planificación sino que también deberá de procederse a la revisión y control de los cambios en caso de que éstos tengan lugar de forma no planificada.
- Gestión del riesgo y del conocimiento: A la tradicional gestión por procesos se le incorpora en la nueva norma la necesidad de identificar tanto los riesgos como la oportunidades, es decir, se refuerza el carácter preventivo del SGC, mediante la necesidad de contemplar aquellos escenarios no deseados desde la óptica de la oportunidad. Cabe destacar que la norma no incluye la obligación de utilizar metodologías concretas para la identificación y valoración de los riesgos en línea con lo que ya ha sido comentado en otro punto de este documento, esto es, la pretensión de la norma de constituir tan solo un marco genérico de actuación que cada organización pueda adaptar en función de sus necesidades. Aspectos como la gestión del conocimiento en general, y particularmente del generado durante la propia actividad aparecen también por primera vez de forma explícita en la norma.
- Minimización de la carga documental del SGC: Desaparece toda referencia relativa a documentación obligatoria (manual de calidad, procedimientos documentados,…) y se establece la necesidad de disponer de “información documentada”, controlada y en cualquier soporte, necesaria para el desempeño eficaz de los procesos. Este particular supone un avance importante con respecto a las anteriores ediciones de la norma que exigían requisitos documentales que con frecuencia suponían una excesiva burocratización del SGC.
Para leer más: http://www.aenor.es/aenor/normas/nuevasiso/nuevas-iso9001-iso14001.asp#.VVmoC47tmko