Así como un manejo económico erróneo o irresponsable puede tener consecuencias fatales sobre la economía de un país y su población, el mismo principio aplica para un individuo, hogar o familia. Las finanzas están presentes en cualquier escala, y cuando se habla de personas, tienen un papel central en la consecución o no de los objetivos de vida, la estabilidad económica e incluso la emocional.
¿Qué se entiende por Finanzas Personales?
Se definen como la aplicación de principios de finanzas en la gestión de los recursos de un individuo o familia. Las mismas se ocupan de cómo se administran los recursos a lo largo de la vida de la persona, y no se remite únicamente al análisis de los ingresos y gastos, sino que también toma en cuenta las herramientas o productos financieros con los que se cuenta para el manejo y optimización de los recursos.
El principal objetivo de las finanzas personales es ayudar a los individuos y familias a relacionar datos que les permitan tomar decisiones óptimas relacionadas con el manejo de sus recursos.
Dentro de estos objetivos hay una serie de objetivos secundarios para la consecución de unas finanzas personales sanas. Entre estos se encuentran:
- Protección: Para contar con una protección adecuada ante posibles riesgos o imprevistos.
- Inversión: Conseguir o acumular suficientes recursos para invertir en activos o actividades que afectarán positivamente la calidad de vida de la familia en el futuro, pero son costosas. Entre estas se pueden encontrar la educación de los hijos, preparación de cuarto nivel para las cabeza de familia, la adquisición de vivienda, vehículos u otros bienes fijos.
- Jubilación: Ahorrar lo suficiente para poder mantener el estilo y calidad de vida que se desea al momento de que se deje de trabajar.
- Liquidez: Contar con el efectivo suficiente para poder satisfacer las necesidades cotidianas de los individuos y sus familias.
- Cumplimiento impositivo: Contar con los recursos para hacer frente en tiempo y forma a los pagos requeridos por la autoridad hacendaria y otros gastos exigidos por la ley.
- Traspaso: Tener un capital reunido para dejar a una tercera persona u organización al momento de la muerte de la persona.
Hay cuatro elementos básicos que forman parte de las finanzas personales:
- Ingresos: Se refiere a todos los recursos o entradas de dinero de las que dispone el individuo, como lo son salarios, rentas por alquiler de bienes o participación accionaria u otro tipo de negocio, venta de bienes o servicios, por mencionar algunos casos.
- Gastos: Se refiere a las salidas o pagos por distintos conceptos como, por ejemplo, pago de alquiler, hipotecas, créditos, compra de alimentos, pago de servicios, entretenimiento, entre otros.
- Activos: Son los denominados bienes de larga duración con los que dispone el individuo como, por ejemplo: viviendas, terrenos, autos, joyas, etc.
- Pasivos: Son las obligaciones de la persona con un tercero, bien sea una entidad jurídica como un préstamo o tarjeta de crédito con un banco; o para con una persona a la que se le deba dinero.
Educación Financiera
Para lograr un manejo adecuado de las finanzas personales es necesario dedicar tiempo para tener cierto conocimiento sobre el tema, es decir, contar con educación financiera.
Tener educación financiera consiste en que la persona tenga la capacidad de comprender los conceptos básicos de las finanzas personales y el manejo del dinero, para poder aplicarlos a su vida cotidiana. Es decir, se deben ajustar a los desafíos financieros de cada persona para que se puedan adaptar a sus propósitos y metas.
A través del desarrollo de estas habilidades las personas pueden tener un mejor devenir en el mundo de la administración financiera, y con ello poder aumentar su seguridad financiera. Con educación financiera se pueden tomar mejores decisiones en lo que respecta a la gestión del dinero de la familia, así como sus activos y pasivos.
Para mejorar el conocimiento sobre finanzas personales existen cursos de formación que ayudan a potenciar las habilidades de los individuos en cuanto a competencias de ahorro y organización económica.
Para que se pueda aplicar con éxito la educación financiera en las finanzas personales hay ciertos elementos que se deben manejar:
- Conocer los términos y conceptos básicos relacionados con el tema financiero.
- Comprender el tema a un nivel en el que realmente se entienda el concepto, y cómo es aplicable en la vida diaria.
- Aplicar dicho conocimiento a las finanzas propias para que se puedan construir y hacer crecer una base financiera sólida que apunte a alcanzar los propósitos y metas que la persona se plantee para sí misma y su familia.
- Analizar el impacto de las decisiones que se han tomado y ajustarlas en el caso que sea necesario. En este punto se deben tomar en cuenta los pequeños detalles dentro de la estrategia financiera que se está siguiendo, pues ello puede ser determinante en el éxito o no de la misma.
- Sintetizar lo que se ha aprendido en el plan financiero generar, básicamente se trata de ajustar un tema específico en el panorama general.
- Finalmente, evaluar el éxito o no en el tema en particular, para que se pueda ir ganando más conocimiento o pasar al siguiente tema que se necesita comprender e incorporar a la vida financiera cotidiana.
Áreas básicas
Hay ciertas áreas básicas en las cuales las personas se pueden centrar para ampliar sus conocimientos en educación financiera, y con ello tener un mejor manejo de sus finanzas personales. Estas categorías básicas son:
- El presupuesto, que representa la capacidad de comprender los temas que se relacionan con el manejo diario del dinero. Incluye conceptos como fuentes de ingreso, gastos fijos, flexibles y discrecionales, y obligaciones de pagos mensuales.
- Los ahorros, se refieren a la capacidad de guardar dinero y asignar fondos para invertir en el futuro. A detalle quiere decir que se deben manejar conceptos como cuenta de ahorros, intereses, o temas de inversión como activos de renta variable.
- Manejo de necesidades básicas, que es cuando se tiene la capacidad de manejar todos los costos relacionados con las necesidades primordiales de vida, como pueden ser vivienda, alimentación, salud y transporte. Eso implica el manejo de facturas mensuales, e incluso el manejo de seguros.
- Banca, se refiere a los detalles relacionados con el manejo de las cuentas con las que cuenta la persona. Esto se traduce en que se deben entender cómo funcionan las cuentas, las comisiones aplicables, los cargos recurrentes, los términos de los contratos financieros firmados, especialmente aquellos relacionados con las tasas de interés por créditos contratados, así como las penalidades monetarias y sobre el historial crediticio por los pagos que no se cumplan.
- El manejo de deudas está muy relacionado con el punto anterior, y tiene que ver con la capacidad de asumir deudas de manera selectiva, entender los términos y condiciones de dichos préstamos. Sin una comprensión sólida del costo financiero de una deuda, éstas pueden llegar a abrumar las finanzas de una persona. En la actualidad con aumento constante en los tipos de interés por parte de diferentes autoridades monetarias a lo largo del mundo, cobra mayor relevancia tener pleno conocimiento de cómo estos ajustes repercuten en las deudas que se tienen contratadas con instituciones financieras, y cómo dicho costo incide en las finanzas personales, así como en los propósitos y metas del individuo y su familia.
- El manejo del crédito es la capacidad para administrar y mantener un perfil crediticio con un buen récord. Esto incluye puntaje de crédito, reportes de crédito y cómo interactuar con las agencias de crédito si se tiene algún problema.
- Planificación del retiro, aunque en realidad engloba buena parte de las áreas que se han mencionado previamente, se refiere a la planificación financiera a largo plazo que se requiere para mantener el estilo de vida en los años del retiro de la vida laboral.
Inteligencia emocional
Aunque se pueda llegar a pensar que las finanzas personales y la educación financiera sólo tiene que ver con aspectos técnicos relacionados con el manejo del dinero, la realidad es que el acto de gastar, ahorrar, o tener disciplina financiera en general responde a acciones que en algunas ocasiones no nacen desde la racionalidad sino desde un impulso emocional.
La tristeza, ansiedad, ira y la felicidad son sentimientos que pueden incidir en la forma cómo se utiliza el dinero, y pueden terminar provocando gastos desmedidos. Por ejemplo, obtener un nuevo empleo, conseguir una meta profesional o personal puede hacer que la euforia lleve a las personas a creer que pueden hacer más de lo que tienen planificado, y allí pueden incurrir en algún exceso perjudicial para sus finanzas personales.
En el otro lado de las emociones, la ira o la tristeza puede llevar a las personas a actuar de manera precipitada e incluso llegan al punto de justificar acciones financieras que no son adecuadas. Por ello es importante no tomar decisiones, especialmente aquellas que inciden en el devenir financiero del individuo.
Es decir, para tener unas finanzas personales sanas no sólo se requiere de educación financiera, sino también de inteligencia emocional para poner en práctica los principios aprendidos sin que sean afectados por situaciones externas que puedan afectar el juicio.
Tips para manejar las finanzas personales
Una vez se cuenta con cierta educación financiera, así como la comprensión básica de ciertas áreas como se ha expuesto previamente, hay varios tips que se pueden poner en práctica para que la persona se encamine hacia sus propósitos y metas.
- Elaborar un presupuesto: Contar con un presupuesto en el que se plasman tanto los ingresos previstos para el mes, como los gastos, es ideal para manejar el flujo de efectivo que se tendrá en el citado período. Para ello, en primer lugar, se deben establecer cuáles son los gastos mensuales y ordenarlos de acuerdo con las prioridades de cada uno de ellos. Una de las claves más importante dentro del manejo de las finanzas personales es no gastar más dinero del que se ingresa, por lo cual es indispensable ser estricto con lo que se consume para evitar caer en deudas que terminan siendo un lastre para el presupuesto en el corto plazo.
- Controlar los gastos: Una buena planificación financiera parte del control de los gastos innecesarios que se puedan tener a lo largo del mes. Aunque se puede llegar a pensar que no hay ninguna preocupación en la forma cómo se gasta el dinero, al no haber grandes obligaciones recurrentes, esto es uno de los grandes errores que se llegan a presentar en cuanto a la planificación financiera de un hogar o individuo porque se van sumando microgastos que minan el capital personal.
- Dejar las deudas atrás: Tener deudas no planificadas pueden ser la piedra de traba que se interponga en poder llevar a cabo un plan financiero a futuro. Por ello es importante que dentro del presupuesto mensual se incluya una parte para el pago de estas deudas. Como se mencionó previamente, el contexto actual con crecientes tasas de interés, hacen más imperativo ir reduciendo o acabando con las deudas que se puedan tener, de lo contrario el costo financiero de las mismas (especialmente en el caso de las tarjetas de crédito o préstamos de tasa variable)
- Metas a futuro: Dentro de las finanzas personales siempre se debe pensar en el futuro. Un buen manejo de las finanzas personales es esencial para todas las personas que buscan mejorar sus condiciones de vida, así como la de sus seres queridos, y desean alcanzar propósitos y metas en el mediano y largo plazo. Para conseguir dichas metas no se requiere de mucho, sino principalmente de disciplina y organización. Una buena forma de manejar las finanzas personales es organizar el uso de los recursos pensando en el futuro, en lugar de mantener una visión del día a día, que puede poner en riesgo a la persona y su familia ante cualquier imprevisto financiero.
- Ahorrar lo más posible: Ahorrar es una de las mejores herramientas financieras disponibles para contribuir a conseguir propósitos y metas. Por lo tanto, cuando se habla de finanzas personales guardar dinero para el futuro no sólo será fundamental para conseguir esas metas, sino que además permite estar más tranquilo ante cualquier eventualidad.
- Opciones de inversión: Una vez se haya conseguido una estabilidad y libertad financiera se puede pasar al siguiente paso que es multiplicar el dinero que se genera. En ese sentido, lo primero para tener en cuenta es cuál es el método que se utilizará para garantizar al máximo su nivel de seguridad, pues se debe tener presente que cualquier inversión implica algún nivel de riesgo. Otro punto es que, dependiendo del tipo de inversión que se haga variará el retorno de la misma así como el tiempo en el que se recibirá. Por ejemplo, invertir en la bolsa o criptomonedas puede ser muy volátil, pero con altos rendimientos que se pueden ver a largo plazo.