La buena gestión de los recursos naturales es reconocida como uno de los componentes fundamentales para implementar el desarrollo sostenible, esta gestión debe emprenderse desde una perspectiva ecológica, económica y social, incluyendo el uso y conservación de los recursos renovables y no renovables, así como su generación. Los recursos renovables incluyen tierra, agua, aire y luz solar; Los recursos no renovables incluyen petróleo, minerales, madera y minerales de tierras raras.
Los siguientes indicadores de desarrollo sostenible permiten evidenciar un panorama general del estado del desarrollo sostenible: 1) Emisiones de CO2 en relación con la producción económica; 2) Emisiones de CO2 per cápita; 3) Energía renovable como porcentaje del consumo de energía primaria, y; 4) Emisiones de dióxido de carbono per cápita:
- Emisiones de CO2 en relación con la producción económica: La teoría económica tradicional propone un canje entre crecimiento económico y calidad del medio ambiente, donde puede convivir una relación destructiva o de mutua ayuda.
- Emisiones de CO2 per cápita: Es el promedio de la cantidad de gases efecto invernadero emitidas en un país, por habitante, como consecuencia de las actividades humanas (producción y uso).
- Energía renovable como porcentaje del consumo de energía primaria: Es el porcentaje de energía renovable que se consume dentro del estándar de energías primarias
- Emisiones de dióxido de carbono per cápita: Las emisiones de dióxido de carbono son aquellas que provienen de la quema de combustibles fósiles y de la fabricación de cemento, esto incluye la producción de dióxido de carbono durante el consumo de combustibles sólidos, líquidos, gaseosos, y de la quema de gas.
Los tres imperativos más importantes para la protección y el uso sostenible de los recursos naturales son: 1) la conservación de la biodiversidad, 2) el logro de un disfrute justo para las generaciones presentes y futuras y, 3) la equidad entre las naciones.
Ahora bien, la importancia del desarrollo de la gestión ambiental radica en el hecho de que los impactos ambientales que han causado los humanos deben reducirse o minimizarse, con énfasis en evitar cambios irreversibles en los ecosistemas naturales. Un método que pueden hacer es reducir los desechos y la contaminación a través de programas de cambio de comportamiento culturalmente apropiados o nuevos incentivos económicos.
Todos los días nos enfrentamos a la omnipresente campaña “Verde”. Los edificios ecológicos, el verde es bueno, detienen la terrible destrucción de especies y la emisión de carbono. Numerosos ejemplos de cuán descuidadamente despilfarramos nuestros recursos naturales, tan simples para mantenernos satisfechos en este mundo de consumo perversamente ingenioso. Pero, ¿qué sucede cuando el recurso se ha ido? Los árboles, los animales, las plantas. ¿Qué pasa cuando necesitas beber agua o respirar aire y no queda nada?
La tierra, a partir de la cual la humanidad ha estado modelando su comportamiento, tiene una cantidad finita de recursos. Y esos recursos se están agotando a un ritmo alarmante debido a nuestro consumo desenfrenado. En una entrevista reciente con el Foro Económico Mundial, el multimillonario Nicolas Berggruen explora cómo la humanidad necesitaría evolucionar para que nuestra especie pueda sobrevivir: "Necesitamos pasar de una sociedad basada en el individuo a una que sea más colectiva y comunal", dijo Berggruen. "Eso va a requerir nuevos niveles de tecnología, porque no estamos hablando simplemente de cambiar un paradigma por otro. Estamos hablando de un recableado total de nuestro sistema".
Pero si cambiamos nuestra economía actual a una en la que las personas reciban los recursos que necesitan y ya no dependan del dinero o las mercancías para supervivencia, entonces podemos eliminar la necesidad de dinero. Si cambiamos nuestra industria más grande a una que utilice las habilidades y la energía de las personas, entonces se puede crear una nueva economía. Es posible que esto pueda despegar debido a que será una economía que tenga en cuenta las necesidades de las personas.
Es posible que esto pueda despegar, porque será una economía a escala humana. Mientras tanto, debemos prepararnos para el declive del capitalismo industrial. Podemos hacer esto mediante la creación de industrias intermedias, como las que se ocupan de las necesidades de la gente y llevan a cabo procesos de producción ambientalmente racionales. Aunque estos actualmente no son muy rentables y tienen poco capital, sirven como base para crear una nueva economía que tenga en cuenta las necesidades de la sociedad.
La gestión ambiental en sí misma nos enseña una mejor comprensión de la naturaleza como proveedora de recursos para todos y ofrece enfoques innovadores para un desarrollo inteligente basado en esa comprensión. Por otro lado, algunas de estas prácticas, como la 'revolución verde' que condujo a un modelo agrícola-industrial actual, han tenido un impacto negativo en la naturaleza. Algunos argumentan que es mejor que las personas puedan usar la tierra de una manera ecológicamente sostenible porque llegará un momento en que necesitaremos reducir el capital natural No hay una respuesta correcta a esta pregunta. Tendremos que juzgar cada instancia individual y la situación en sí misma según sus méritos.
También es esencial admitir que la gestión ambiental a menudo ha estado en desacuerdo con otras disciplinas, desde la ingeniería hasta la economía y las ciencias políticas; esta extraña yuxtaposición señala la misteriosa complejidad de los fenómenos ambientales y sus efectos inciertos en los sistemas acumulativos; se manifiesta más que nada en el llamado “problema de las partes interesadas”: la dificultad de comprender las diversas raíces y consecuencias del cambio ambiental.
La protección y preservación del medio ambiente debe estar en el centro de todos los proyectos de desarrollo sostenible, y para esto, es necesario establecer los estándares ambientales mínimos necesarios para salvaguardar el medio ambiente para todos los proyectos, incluidos el suministro de agua y saneamiento, la producción de energía, la industria y el transporte. Para esto, todos los proyectos de desarrollo deben diseñarse con el objetivo específico de proteger el medio ambiente, como el transporte y la agricultura.
El uso humano de los recursos naturales puede dañar tanto su productividad como conducir a una degradación de la calidad ambiental. La protección y preservación del medio ambiente son necesarias para permitir el desarrollo sostenible.
Y todo esto ¿cómo va con las empresas?
En el campo empresarial, la gestión ambiental define y ejecuta diferentes tareas para determinar el impacto de los procesos productivos puede tener en el medio ambiente. Con estas estrategias se busca reducir el impacto de la actividad humana en la naturaleza, favorecer la biodiversidad, introducir el factor ambiental en las líneas de competitividad a la vez que se esfuerza por generar una mejor legislación y el aumento de la conciencia ambiental en la empresa.
Dentro de estas tareas, se encuentra el establecimiento de principios de defensa del entorno ecológico y el correcto uso de medios de producción y los recursos que se implementen a lo largo del proceso productivo.
Los pilares fundamentales de la gestión ambiental son:
- Supone un conjunto de estrategias, políticas o medidas empresariales específicas que funcionen de manera coherente y coordinada.
- Debe tener un alto nivel de responsabilidad sobre aquellas actividades organizativas que tienen efecto ambiental.
- Debe formular objetivos básicos en el cuidado del medioambiente y el uso eficiente de los recursos, en aspectos como el exceso de residuos y el desaprovechamiento energético.
- Formulación de programación previsora que anticipe problemas medioambientales
- Actuación dentro de un marco legislativo estricto relacionado con la defensa de la biosfera y la protección de la salud pública.
- Hacer seguimiento a los nuevos valores sociales y de conciencia medioambiental.
¿Cuáles son las áreas de acción de la gestión ambiental?
Este tipo de gestión puede verse inmersa en una gran variedad de áreas, entre las que se pueden encontrar:
- Política ambiental: Se entiende como un modelo de administración implementado por una empresa o entidad para generar una relación con el medioambiente y se rige por un documento riguroso que debe incluir cada una de las dependencias empresariales, evidenciando los puntos fundamentales de la política medioambiental, y entre los que se pueden encontrar:
- Siempre se debe actuar siguiendo las leyes y normas que rigen la gestión ambiental.
- Minimizar, en la medida de lo posible, todo tipo de impacto ambiental.
- Reducción al límite de la generación de residuos
- Implementar la reutilización y el reciclaje
- Prevención de riesgos a nivel patrimonial, ocupacional y ambiental
- Realizar periódicamente auditorías ambientales asegurando que se cumpla lo estipulado en las políticas.
- Ordenamiento territorial: Su importancia radica en la planificación y gestión del territorio a través de la toma participativa de decisiones sobre los usos, protección del patrimonio cultural y ambiental, infraestructura y servicios buscando alcanzar el desarrollo humano y sostenible.
Entre sus objetivos, están:
- Promover y facilitar el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, y también, la diversidad biológica y la ocupación ordenada del territorio.
- Crecimiento equilibrado y competitivo contando con la participación de todos a través de una adecuada planificación del territorio.
- Prevención y corrección de la localización de asentamientos humanos en zonas peligrosas, por medio de la identificación de riesgos físicos y biológicos, entre otros.
- Recuperación de ecosistemas deteriorados, a través de la promoción del uso eficaz y eficiente de los recursos del territorio.
- Evaluación del impacto ambiental: Es un proceso técnico-administrativo que permite conocer, prevenir y minimizar los efectos socioeconómicos, culturales y de salud humana con la que contará cada actividad sobre el medio ambiente en los procesos de producción de la empresa.
Estas evaluaciones deberán contar con los siguientes aspectos:
- Definición de las condiciones ambientales existentes
- Identificación anticipada de los tipos de impacto, implementando las metodologías más apropiadas.
- Estimación de la extensión y magnitud de los impactos previstos
- Comunicación de los resultados a las autoridades y entidades pertinentes.
- Contaminación: Se entiende como la presencia de sustancias o elementos perjudiciales para el medioambiente, y cualquier estado o ya sea de origen biológico o físico y hasta químico.
En los procesos productivos o en el desarrollo de un proyecto se pueden encontrar diferentes tipos de contaminaciones:
- Contaminación del aire: Se considera como la incorporación en la atmósfera de gases tóxicos y elementos que transformen la composición natural del aire.
- Contaminación del agua: Es producida por el vertimiento de sustancias contaminantes, tóxicas y nocivas.
- Contaminación del suelo: Es la incorporación de sustancias o materias extrañas procedentes de basuras domésticas, residuos tóxicos industriales, pesticidas, lodos, restos o envases plásticos y metálicos, escombros y otra serie de elementos que trastornan el medioambiente.
- Vida Silvestre:
Debido a la expansión humana, la vida silvestre se ha visto replegada a zonas apartadas, lejos de su hábitat natural, y en el peor de los casos, se ha extinguido, es por esto por lo que, desde las propuestas del desarrollo socioeconómico y la permanencia del medioambiente natural, la gestión ambiental debe buscar las maneras de una sana convivencia entre las especies nativas y las nuevas colonias de hombres que se conformen en el mismo.
- Educación ambiental: Es un proceso mediante el cual las personas desarrollan procesos investigativos relacionados con temáticas ambientales, involucrándose con la resolución de problemas y tomando medidas para ayudar a proteger el medioambiente.
Entre los principales componentes de este aspecto, se pueden encontrar:
- Conciencia y sensibilidad ante el ambiente y sus desafíos.
- Conocimiento y entendimiento del ambiente y sus desafíos
- Actitudes de preocupación por el ambiente y motivación por mejorar o mantener la calidad ambiental.
- Participación en actividades que contribuyan a resolver los desafíos medioambientales.
Conclusión
Como se puede evidenciar, la labor que desempeña la gestión ambiental va mucho más allá de hacer parte de una empresa, sobre si cae gran parte de la responsabilidad del cuidado del medioambiente, desde diferentes áreas, las cuales son de gran importancia para todas las esferas sociales. Enfocar la vida profesional a este campo del conocimiento requiere de gran sentido del compromiso y la responsabilidad, pues, en muchos casos, la existencia misma de la vida en un determinado territorio puede llegar a estar en manos de estos profesionales.