Conozco a un consultor, algo zafio con perdón, que suele decir que algunos somos demasiados estratégicos. Por ser amigo no se lo tengo en cuenta, pero es verdad que usa ser estratégico como algo cercano a la descalificación. Muchas veces hemos discutido qué es y no es estrategia y qué ser estratégico. He recopilado cinco reglas que lo definen y que espero ayuden a mi amigo a entender mejor la importancia de ser estratégico.
- Conocer: Ser estratégico requiere partir de un profundo análisis y conocimiento de nuestra realidad. En este sentido, las nuevas tecnologías abren caminos para crecer radicalmente en el conocimiento de nuestros clientes y consumidores y con ello en el de nuestra oferta, canales, capacidades, etc. No obstante, el análisis debe siempre combinar la técnica con nuestra capacidad para pensar, razonar, imaginar y ser creativos. En efecto, sobrevivir en un mundo rápidamente cambiante exige ser siempre imaginativos y creativos en nuestros análisis. Los esquemas y modelos analíticos de los que partamos nos ayudarán, pero en algún punto no deberemos dudar en hacerlos trizas y pintar unos nuevos que nos ayuden a profundizar en ese conocimiento y comprensión de la realidad.
- Relacionar: Es necesario ensanchar nuestras miras para establecer relaciones entre industrias, mercados, empresas, ideas, planes y personas, que escaparían a una visión más estrecha o, si se quiere, convencional. Ser estratégico requiere crear conexiones, cruces e interrelaciones que permitan identificar nuevas opciones y oportunidades para crecer. Es la llave que lleva a operadores de telefonía apostar por el negocio digital, a una empresa de ordenadores a entrar en el sector del entretenimiento, a una constructora por la sostenibilidad, a un banco a distribuir servicios de seguridad, a un buscador a crear un banco on-line,…
- Simplificar: El profesor belga Luc de Brabandere suele preguntar a sus alumnos por el número de columnas del Partenón. Muchos seremos capaces de cerrar los ojos y tener una visión nítida del mismo, incluso aportar algunos datos sobre su historia, ubicación o noticias recientes sobre los frisos reclamados a Gran Bretaña o los efectos en él de la polución. Sin embargo, pocos serán capaces de decir el número exacto de columnas. Tampoco importa. Lo importante es tener visiones nítidas, claras e informadas sobre las principales opciones estratégicas y sus implicaciones. Para ello, como dice el CEO de una importante empresa de consumo, en ocasiones convendrá también aplicarnos algunas dietas “hipoinformacionales” que nos ayuden a simplificar.
- Decidir: La parte más crítica de ser estratégico es la toma de decisión que llevará a hacer determinadas cosas y otras no. Optar por qué haremos y qué no es la parte crucial de la estrategia. Cerrar una puerta a una oportunidad a favor de otra requiere el valor y la determinación de decidir y la confianza para descartar su alternativa, que podría ser la acertada. Es la prueba de fuego de nuestras capacidades estratégicas. Decidir implicará riesgos pero será mayor el riesgo de dispersar y diluir nuestros recursos por no ser capaces de decidir.
- Adaptar: En el volátil mundo empresarial algunos niegan que exista realmente una capacidad en las compañías para generar ventajas competitivas sostenibles a través de la estrategia. Dicen que las compañías dominantes que se lo creyeron terminaron barridas por nuevos entrantes más dinámicos y oportunísticos, capaces de moverse con agilidad para aprovechar oportunidades generadas por las cambiantes necesidades y demandas del mercado. Sin embargo, no son opciones excluyentes. Ser estratégico también es saber adaptarse y ser a la vez oportunístico. Es saber aprovechar (mejor a coste mínimo o cero) las nuevas oportunidades que surjan y sean consistentes con los recursos y capacidades, que traen beneficios de forma sostenida a nuestra cuenta de resultados.
¿Y entonces, amigo, eres estratégico o no?
Comentarios (2)
Patricia Barillas
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Teresa Narvaez
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La solución ante las limitaciones personales, económicas, profesionales, seria: saber elegir, delegar, estar atentos a las nuevas oportunidades, actualizarse en el conocimiento, la tecnología, complementarse con otros y construir equipos humanos de alto rendimiento!
Muchas gracias
Teresa Narvaez V.