Las Smart Cities y su Implementación

Las Smart Cities y su Implementación
Las ciudades inteligentes suelen verse como un sueño futurista y un tanto utópico, acá te mostramos que están más cerca de lo que parece

Todos los días nos vemos enfrentados a un nuevo avance de la ciencia y la tecnología y, así mismo, nuestra vida se va adaptando a cada uno de esos cambios, aplicándolos a cada una de las acciones cotidianas. Pero esos cambios no solo se reducen a la vida individual, sino que también afecta a las sociedades en general, y entre estas afectaciones sociales generados por los avances de las TIC, se encuentran las Smart Cities, las ciudades inteligentes que nos mostrarán otra forma de ver y entender la vida.

¿Qué son las Smart Cities?

Este concepto tiene sus orígenes en la década de los 90, en momentos en los que las grandes ciudades comenzaban a presentar diversas problemáticas de sostenibilidad, y se enfocaba principalmente en trabajar en la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono.

Una Smart City es aquella ciudad que es capaz de utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación con el objetivo de crear mejores infraestructuras para los ciudadanos. Así mismo, es una ciudad conocedora de sus capacidades, su territorio, fortalezas y recursos y, teniendo en cuenta eso, hace proyecciones a, mínimo, 10 años prestando principal atención a los servicios que deberá prestar, a través de la implementación de tecnologías sostenibles que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos al mismo tiempo que se consigue el desarrollo económico.

Para lograr esto, la gestión eficiente de recursos es fundamental, puesto que la implementación de los procesos que permiten denominar a una ciudad como inteligente plantea retos a nivel social, tecnológico, económico y político. Se incluyen estos conceptos teniendo en cuenta que para alcanzar los propósitos de las Smart Cities, necesariamente se requiere un mayor cuidado del medio ambiente y la reducción de la desigualdad social.

Existen otros conceptos a tener en cuenta a la hora de realizar una reflexión sobre las Ciudades Inteligentes, y entres estos se encuentran: el territorio, la tecnología y la innovación; pues sin estos, sería prácticamente pensarse en la implementación, puesto que solo así se podrá desarrollar un espacio sostenible e integrador, mejorando, no solo la eficiencia de la ciudad, sino también la calidad de vida de los ciudadanos que lo habitan.

Es de gran importancia no entender las ciudades inteligentes como proyectos futuristas o con una gran implementación de tecnología, puesto que, para alcanzar este nivel, lo que realmente se necesita es adoptar adecuadamente sistemas intensivos de tecnologías, y desarrollar la capacidad de crear, recopilar, procesar y transformar la información para desarrollar procesos y servicios más eficientes.

Por lo tanto, en el momento en que se inicie la reflexión sobre las ciudades inteligentes, es necesario que se tengan en cuenta los servicios que se pueden mejorar, modificar o establecer en función de las potencialidades de sus recursos para, posteriormente, definir desde qué perspectiva se le va a signar el valor del Smart City.

Por lo tanto, las Smart Cities se pueden entender como aquella ciudad que presta servicios de una manera diferente y más eficiente, con el objetivo de mantener procesos de mejora continua.

¿Cómo implementar una estrategia SMART?

Para definir la estrategia, se debe tener como premisa que con esta se busca mejorar la calidad de vida de las personas, utilizando la tecnología como facilitadora en este proceso. A este aspecto se debe sumar la información, y siempre deben ir la una al lado de la otra, tecnología e información son las herramientas fundamentales para el establecimiento de una ciudad inteligente.

Sin embargo, cabe resaltar que son herramientas, que por sí solas no logran cumplir los objetivos, sino la capacidad con la que cuenten para ser implementadas en las estrategias diseñadas para su uso. Pero llegar al diseño de estas estrategias no es una tarea fácil, como lo veremos a continuación.

Definir una ciudad inteligente requiere de una concienzuda reflexión por parte de los proponentes, pero así mismo, es trascendental contar con la participación de la ciudadanía, y no se puede dejar de lado el diagnóstico de la situación real del territorio y hacia donde se pretende dirigir y, al tener claro desde donde se parte y hacia donde se va, junto con las necesidades identificadas, se podrá trazar la estrategia para poder llegar de un punto a otro.

Factor imprescindible: Los Datos y La Información

Teniendo en cuenta que las soluciones Smart son herramientas que se ponen al servicio de una visión compartida, son participes de un Modelo Operativo basado en el Intercambio de Información, la cual es incorporada a los diferentes procesos por medio de los cuales se Toman Decisiones. A mayor cantidad de información, más inteligentes serán las decisiones que se tomen.

Por la tanto, el papel que juega la Información en la implementación de una solución Smart es de suma importancia, puesto que compartir información, Decisiones, y Responsabilidad entre los diversos subsistemas que conformas una ciudad, promueve la Descentralización Colaborativa en torno a un objetivo común y la contribución multisectorial a esa proyección de ciudad propuesta.

Por lo tanto, la identificación, el análisis y correspondiente clasificación de los datos y la información permitirá la implementación tecnológica necesaria al servicio del modelo establecido con base a las Necesidades Identificadas. A pesar de que la tecnología podría llegar a solucionar de manera teórica cualquier tipo de situación, no tendría sentido implementar procesos tecnológicos si estos no se encuentran enmarcados dentro de un plan concreto, en el que sean útiles y con objetivos claros en los que sus funciones contribuyan al desarrollo de las tareas definidas.  

Ahora bien, la monitorización de estas tareas asignadas a la tecnología, responden a un enfoque sistémico multivariable, los sistemas de información permiten estructurar los datos y la información recolectada por temas, aspecto que puede ser aprovechado para generar una visión holística del territorio, lo que conlleva a una Interoperabilidad como elemento fundamental para el desarrollo de los objetivos Smart propuestos.

Esta estructuración y monitorización de los datos y la información recolectados debe ser puesta al servicio de la ciudadanía, de tal manera que esta pueda apoyar las decisiones que se tomen y, así mismo, entre más información y datos se tengan en cuenta, más inteligentes serán las decisiones que se tomen.

Las Smart Cities y su Implementación

Pero ¿qué retos encuentra la implementación de una solución Smart?

La implementación de un modelo de planificación y gestión Smart es un reto en sí mismo, tanto para los entornos urbanos, como nodos centrales, como para la población que habita el territorio y la actividad económica planteada para el siglo XXI.

Entre los primeros retos que se pueden identificar está el Liderazgo, teniendo en cuenta que la implementación de este tipo de estrategias es intensiva en cuanto a información y tecnología se refiere, razón por la cual se requiere de un marco de referencia de una estrategia territorial claramente definida y con un plan de implementación que pueda ser modelizado y monitoreado.

Este es uno de esos procesos que la tecnología por sí sola no puede desarrollar, de manera tal que es necesario contar con un objetivo bien definido, una organización bien gestionada y una fuerte vocación de Liderazgo Comprometido.

Por otro lado, se encuentra la Planificación, puesto que diseñar e implementar una estrategia territorial requiere desarrollar procesos evaluativos que permitan identificar claramente los aspectos más relevantes sobre los que se debe actuar siguiendo la hoja de ruta marcada, lo cual requerirá de la colaboración de actores tanto públicos como privados.

Así mismo, la Gestión Municipal es necesaria en una gestión profesional y rigurosa para implementar todas las herramientas que se hayan definido para el cumplimiento de los objetivos.

Por su parte, la Gestión de la Información, es uno de los más grandes e importantes retos, puesto que el procesamiento de granes volúmenes de información y su respectivo aprovechamiento es lo que permitirá alcanzar los objetivos propuestos en las estrategias Smart. Para esto, el uso de herramientas de Big Data y la Minería de Datos, son de gran utilidad.

Ahora bien, la Monitorización y el Seguimiento a los resultados obtenidos del análisis de la información recolectada y los resultados de las estrategias que se van implementando es de suma importancia para identificar los avances obtenidos y valorar su eficiencia.

La Accesibilidad a la Información es el siguiente factor para tener en cuenta como un reto, pues bridar a la ciudadanía esta posibilidad requiere que esta se encuentre adaptada a cada usuario y esté disponible en el momento que se requiera y sea de utilidad.

Un aspecto que no se puede dejar de lado es la Financiación, y esto se debe a que a pesar de que la inversión inicial en tecnología puede llegar a ser bastante ostentosa, la estrategia Smart debe ser Autofinanciable en el largo plazo, de tal manera que los recursos generados puedan ser implementados en la resolución de nuevas necesidades identificadas.

Esto permite hablar de los nuevos desequilibrios, y esto dependerá, en gran medida, de la Disponibilidad de la Tecnología, pues no en todos los territorios se podrá contar con los últimos avances, como es el caso de las zonas rurales. En el caso de este tipo de zonas, la implementación de una estrategia Smart deberá hacerse con una estrecha colaboración entre los pobladores del territorio y las administraciones y, desde una perspectiva adaptable, modular y escalable. 

¿Cuáles son los beneficios de las Ciudades Inteligentes?

Reflexionar, diseñar e implementar estrategias SMART, permite acceder a una gran variedad de información y, las aplicaciones que se podría dar a esta serían todavía más grande; esta información es suministrada por los mismos beneficiarios, la ciudadanía. Se dice que esta ciudadanía es la que suministra la información gracias al uso de la tecnología en su vida cotidiana, información que es recolectada por la Administración Pública, empresas y otras instituciones, quienes la analizan en busca del diseño de estrategias y su respectiva implementación en pro de brindar una mejor calidad de vida a los habitantes del territorio.

Cada uno de los servicios que se implementan como parte de la estrategia SMART, genera toda una gama de oportunidades, especialmente en la información y la tecnología, factores que permiten que surjan nuevas oportunidades y modelos de negocio. Pero así mismo, van apareciendo nuevas necesidades en la ciudadanía, lo que conllevará a la creación de nuevas empresas, esto si se cuenta con la iniciativa y la creatividad para encontrar la mejor manera de satisfacer estas necesidades; lo que a su vez favorecerá la sostenibilidad, la competitividad y el talento de aquellas personas que detecten estas nuevas falencias.

Pero la información por sí sola no es muy útil, esta se debe saber recolectar, analizar y clasificar, pero, especialmente, ser transparente, pues de no ser así, las nuevas necesidades no serán identificadas de manera correcta, y las soluciones que se planteen no permitirán satisfacer a la ciudadanía, lo que terminaría desencadenando un caos, que a su vez impediría que la ciudad inteligente se consolide.

Ahora bien, por otra parte, la Administración Pública de la ciudad se hace más eficiente. Toda esa información recolectada de la ciudadanía permite anticipar situaciones teniendo claros los procesos que se deben implementar en caso de una contingencia. Así mismo, el resultado del análisis de la información, junto a la implementación de la automatización de infraestructura clave, permitirá prestar servicios de mejor calidad y reducir el gasto público.  

Conclusiones

Teniendo en cuenta estos aspectos, se puede evidenciar que la implementación de estrategias Smart es un complejo proceso que requiere de capital financiera, cultural, humano y tecnológico que permitan cumplir los objetivos propuestos, lo que a su vez permitirá una mejor calidad de vida para los habitantes del territorio, un desarrollo sostenible con un uso más eficiente de los recursos y protección del medioambiente.

Esto se traduce no solamente en aspectos económicos, sino también en factores políticos, desde la participación ciudadana en la gobernabilidad y toma de decisiones; sociales, un mejor entorno en el cual se desarrollen las diferentes actividades cotidianas y una sana convivencia, tanto en sociedad como con el entorno. Y, aunque no es una tarea fácil, ni que evidencie resultados en un corto plazo, pero que tampoco debe tomarse como una expectativa futurista, permitirá trabajar por una mejor vida para las generaciones venideras.   

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