El neuroaprendizaje está cada vez más de moda. Esto se debe a que los numerosos estudios llevados a cabo han podido demostrar cómo nuestro cerebro actúa de diferentes formas en función de cada persona. Estos avances han sido muy útiles para avanzar en áreas tan importantes como la educación, el sector empresarial o el tecnológico, permitiendo establecer importantes beneficios para las personas. Así, en este artículo se habla sobre la estrecha relación que existe entre formación y neurociencia.
¿Qué es el neuroaprendizaje?
Cuando se habla de neuroaprendizaje, se está haciendo referencia a la disciplina encargada de estudiar el funcionamiento del cerebro durante el aprendizaje. Es decir, qué mecanismos utiliza nuestro organismo (concretamente el sistema nervioso) para aprender en el sentido más amplio de la palabra. Por tanto, esto incluiría tanto el aprendizaje de conceptos como la deducción de otros, la aplicación de los mismos, el descubrimiento y razonamiento, etc.
Esta disciplina surge de una combinación entre ciencia y psicología, después de haber visto que había una relación inevitable entre las mismas. Así, la ciencia estudia a nivel fisiológico y molecular qué cambios tienen lugar en el sistema nervioso y cuáles son los más favorables para el aprendizaje. La psicología lo lleva a una posición más terrenal que todo el mundo puede entender. Es decir, mientras la ciencia habla de moléculas y mecanismos a nivel celular, la psicología lo traduce al día a día de los humanos, a las acciones que se pueden llevar a cabo para favorecer ese aprendizaje.
Dado el éxito que ha tenido esta disciplina últimamente, la neuroeducación también está en auge y pretende incluir el neuroaprendizaje y las bases biológicas para así mejorar la educación.
¿Cuáles son los beneficios del neuroaprendizaje?
Siendo esta disciplina tan prometedora, cabe preguntarse cuáles son sus beneficios más directos. Aunque se irá especificando cada uno de ellos a lo largo de los siguientes apartados, en relación con las actividades que los promueven, aquí se detallan todos ellos.
En primer lugar, la mejora de la atención es uno de ellos. Al utilizar actividades innovadoras que despiertan la curiosidad, la atención está asegurada durante la formación. Sería lo opuesto a una clase magistral en la que un profesor se dirige a una audiencia sin utilizar ningún recurso. Pues bien, utilizando recursos como los que se comentan más adelante, la atención está garantizada.
Por otro lado, también hay una mejora de la memoria. A través de la innovación educativa en las formaciones, será más sencillo que los asistentes se empapen de conocimientos y no los olviden tan fácilmente como cualquier formación más.
En función de la dinámica utilizada, si engloba a más de una persona, también se fomentará la productividad empresarial por la cohesión entre varias personas. Cuando se trabaja en grupo, se conoce más a las personas de alrededor y se consigue un cúmulo de personas capaces de aportar valor en diferentes aspectos. Cuando se conocen los puntos fuertes de cada una de ellas, en el futuro el rendimiento en el trabajo será mayor, pues todo estará corregido y mejorado desde diferentes puntos de vista.
Y ya para finalizar, destacar que la neuroeducación también es efectiva para liberar estrés. Cuando se incorporan conocimientos de forma efectiva, se evitan problemas derivados del trabajo que pueden bloquear las actividades como consecuencia del estrés. Además, también se establecen posibles pautas a seguir y se dan ideas para hacer en caso de que se quiera liberar estrés.
Emociones y aprendizaje para el desarrollo del talento
Las emociones son una parte esencial del aprendizaje, y esto es algo que está más que demostrado. Tanto en niños, como adolescentes y adultos, es más sencillo aprender cuando algo te genera una emoción, ya sea negativa o positiva. Así, aquello de que de los errores se aprende es muy cierto, especialmente cuando estos errores nos generan una emoción de tristeza o rabia. Sin embargo, también se aprende de los aciertos: la alegría y la euforia también ayudan enormemente a consolidar conocimientos.
Por otro lado, hay que considerar también otro factor bastante importante en el aprendizaje: el estrés. Son muchas las personas que afirman que trabajan mejor bajo un estrés limitado. Si bien este no tiene por qué ser excesivo, un nivel basal puede ser muy interesante para favorecer el aprendizaje cuando no haya otra motivación (o emoción) adicional. No obstante, hay que ser precavidos con este estrés, pues valores superiores a un nivel soportable suelen paralizar a las personas, impidiendo el aprendizaje y otro tipo de tareas.
Por tanto, aplicar las mejoras en aprendizaje resultará inevitablemente en el desarrollo de talento. Pues en contra de lo que muchas personas creen, el talento no es solo algo innato, sino que requiere de la práctica y esfuerzo diarios. Y para eso es inevitable estudiar y formarse lo máximo posible, utilizando estrategias como las que se han demostrado en los estudios sobre neuroaprendizaje.
Los beneficios del deporte para mejorar el aprendizaje
Además de las emociones que se han tratado en el apartado anterior, hay otra serie de factores que pueden ayudar a mejorar el aprendizaje. Es el caso del movimiento físico. No es de extrañar que los expertos siempre hayan afirmado que el ejercicio físico es necesario para el cerebro. Y es que no es solo una sensación que puedan tener las personas tras practicar ejercicio, está demostrado científicamente. En este caso, lo que sucede es que los niveles de cortisol (una hormona) aumentan tras el deporte, con lo que nos volvemos más resistentes a los niveles de estrés. Por tanto, ese nivel basal de estrés que se hablaba antes no es fijo, sino que puede moverse y depende de las condiciones del organismo en un determinado momento.
Ahora bien, hay más explicaciones demostradas científicamente que muestran las bondades del deporte durante el aprendizaje. Durante la práctica de deporte (y también algunas horas después), los niveles de neurotransmisores varían, lo que repercute directamente sobre una mejora en la atención. Estos efectos están tan probados hoy en día, que varias empresas innovadoras y con capacidad han instalado centros de rendimiento deportivo dentro de sus lugares de trabajo. De este modo, se aseguran de que sus trabajadores hacen deporte antes o después de trabajar y así dan la mejor versión de sí mismos.
Otros factores que influyen a la hora de mejorar el aprendizaje
El deporte y las emociones son fundamentales para la mejora de la atención y al aprendizaje. Así, en las formaciones de empleados resulta muy interesante utilizarlos. Sin embargo, también se pueden compatibilizar con otras cuestiones que han resultado ser efectivas, como es el caso del humor, el trabajo en grupo, el juego, la relajación o la música.
El humor ayuda a liberar estrés y eso supone que se consolide la memoria. Por eso, es interesante utilizarlo durante las sesiones de formación cuando se comienzan a hacer pesadas. Así, en determinados puntos de inflexión en los que se está perdiendo la atención, se pueden introducir algunas frases ingeniosas o chistes que ayuden a volver a las mismas. Y es que el humor pretende crear emociones y sensaciones, de ahí su efectividad.
Otro de los factores a considerar es el trabajo en grupo, que además de resultar más dinámico ayuda a establecer relaciones entre las personas. Así, se desarrollan otras competencias tan necesarias como son la empatía o la cohesión social. Sin duda, tanto en las formaciones como en el futuro, la cohesión repercutirá directamente sobre el rendimiento en las empresas.
Algo similar ocurre con el juego o la gamificación, que también ayuda a fijar conocimientos al provocar emociones como la curiosidad. Asimismo, es muy efectivo para mejorar la atención y evitar las distracciones por falta de interés. El juego puede realizarse de forma individual o en parejas o grupos, en cuyo caso también se practicaría y consolidaría la cohesión que se comentaba antes.
Por último, quedaría hablar sobre la música y la relajación. Introducir ambas actividades está indicado si se pretende disminuir el estrés, tomar conciencia del cuerpo o también para aumentar la concentración. Así, incorporar la música en momentos antes o después de las formaciones puede ayudar a crear un ambiente u otro. La relajación puede hacerse al inicio de la formación, para que las personas se animen a participar y ser más activas durante todo el tiempo que dure esta.
En resumidas cuentas, todos estos factores pueden introducirse poco a poco en las formaciones para despertar a los oyentes. Se puede jugar o bien utilizándolos en momentos de mayor aburrimiento o bien durante la explicación de conceptos muy importantes, ayudando a su fijación.
Para acabar, decir que lo cierto es que el neuroaprendizaje ha permitido ampliar los conocimientos que se tenían sobre cómo el cerebro descubre nuevos conceptos. Eso sí, no es conveniente quedarse únicamente con el hecho de saber cómo funciona. Lo mejor es ir más allá, buscando cómo se pueden mejorar los aprendizajes a través de acciones como las emociones o los descubrimientos positivos sobre movimiento y aprendizaje. Incorporar las técnicas que aquí se han comentado a las formaciones y actividades educativas resulta de gran ayuda para mejorar la calidad de la educación.
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Andrés Molina
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