La definición técnica de destrucción creativa plantea que es el proceso mediante el cual la innovación transforma el modelo de negocio dominante de una industria, alterando las técnicas de producción o de comercialización, llegando a modificar la propia mercancía final.
Como parte de este proceso, las empresas deben adaptarse a la nueva dinámica del sector, para así poder llegar a cerrar líneas de negocio y abrir otras nuevas. Aquellas organizaciones que no se logren adaptar deberán cambiar de actividad o exponerse a desaparecer.
Durante la pandemia la destrucción creativa operó con gran profundidad y a toda velocidad. Grandes negocios palidecieron por las complicaciones para operar, mientras que simultáneamente surgieron nuevas actividades y algunas organizaciones se reinventaron. Es decir, la innovación necesaria e inevitablemente reemplaza y hace desaparecer lo existente.
Principios del término destrucción creativa
Quien mencionó por vez primera el término destrucción creativa fue el sociólogo Werner Sombart; sin embargo se califica como el creador del concepto al economista Joseph Schumpeter. Quien en la década de los 40, publicó el libro «Capitalismo, Socialismo y Democracia»
En este libro Schumpeter desarrolló con más profundidad la teoría de cómo el capital empresarial se trasladaba en el tiempo desde los sectores más susceptibles hacia aquellos con mejores perspectivas. Adicionalmente, señala que las quiebras empresariales son esenciales en la dinámica del capitalismo y tienen un lado positivo.
Schumpeter aseveró que los elementos de producción usados en compañías deficientes no ofrecen los máximos beneficios. De esta forma, cuando una empresa o modelo de negocio cae por obsolescencia, sus recursos son destinados hacia otras actividades donde generan mayor índice de ganancias.
Funcionamiento de la destrucción creativa
Todas las economías sufren ciclos. Durante los periodos expansivos de crecimiento los consumidores están propensos a gastar más y recurren con más frecuencia al dinero prestado, debido a que confían en un futuro prometedor tan bueno como el presente. En este sentido Schumpeter señaló que esta situación conduce a las empresas a ser ineficientes y en algunos casos incluso a la creación de empresas que no existirían en condiciones tan desfavorables.
De igual forma, en tiempos de recesión, los consumidores gastan menos y las empresas deficientes se declaran en quiebra, aunque esto ocasiona problemas a corto plazo, también obliga a los inversionistas a destinar su capital más eficientemente. Desde la perspectiva de Schumpeter, se señala que aquellos inversionistas que hayan efectuado inversiones perjudiciales aportando capital a empresas deficientes deberán sufrir las consecuencias de sus malas acciones para que el sistema funcione correctamente.
Cuando se realizan los análisis del funcionamiento de la destrucción creativa se evidencia que el desempeño y los cambios a largo plazo de las empresas, industrias y la economía en general, revelando que ni las industrias supervivientes a largo plazo, son capaces de mantener un mejor desempeño por largos períodos de tiempo.
Las compañías que logran mantenerse, son nuevos competidores que disfrutan de un buen desempeño al realizar un continuo dominio del cambio, generando de esta manera un alto retorno para los inversionistas.
Posibles causas de la destrucción creativa
Habitualmente las ventajas competitivas de una empresa poseen un tiempo de vida útil, cuando ese tiempo expira, la destrucción creativa entra en acción siendo causada por tres factores:
- Diferentes condiciones del entorno.
- Obsolescencia tecnológica.
- Preferencias de los consumidores.
La destrucción creativa ocurre, cuando se materializan las inversiones de capital auspiciando a un nuevo ciclo operativo de la empresa, generando la creación de nuevas unidades de negocio, mediante las cuales se llevará el control de gestión.
La empresa es capaz de renovar su liderazgo, además de imponerse sobre compañías robustas abanderando un crecimiento económico a largo plazo, garantizando de esta forma el dominio del mercado.
Destrucción creativa e innovación
El fundamento de destrucción creativa implica una doble acción:
En un sentido, se origina una fase de construcción de una nueva realidad, bien sea un modelo de negocio, un mercado, un producto, que va a ocupar un lugar en el mercado, y por otro lado ocurre la desaparición de ese producto al ser expulsado por uno nuevo, siendo esto un movimiento en dirección doble que incurre en una reeducación de las empresas, ya que son los consumidores quienes definen la aprobación de esa nueva realidad.
Las empresas que poseen capacidad de adaptación a los nuevos cambios pueden responder de forma correcta a estos; no obstante, la aparición de un nuevo mercado no implica que los productos anteriores deban desaparecer, ya que puede darse una coexistencia temporal de ambos mercados.
La destrucción creativa incurre en la desaparición de un producto, para que otro se desarrolle, así, los mercados propician las innovaciones y transformaciones sustanciales mucho más que las corporaciones establecidas, debido a que los procesos de innovación tradicional que son utilizados por las corporaciones, no le aportan los resultados necesarios.
Esto no implica que los procesos tradicionales tengan que dejarse de lado, pero si es necesario actualizarlos para incorporarlos a la discontinuidad, al pensamiento divergente y a la destrucción creativa.
Cuando las empresas deseen iniciar dicha transformación, primero deben evaluar cómo su arquitectura corporativa determina su respuesta a los eventos discontinuos, evaluar con precisión y manejar eficientemente el nivel de innovación:
Innovaciones incrementales
Se sitúan más cerca de la excelencia operacional que de la destrucción creativa, no son propuestas nuevas , tienen un mínimo impacto, afectan sólo la estrategia actual y son fácilmente implementadas.
Innovaciones transformacionales
Este tipo de innovación crea una enorme riqueza y destruye la competencia. Transgreden los conceptos corporativos, los sistemas operacionales tradicionales y raramente son iniciados por las compañías existentes.
Innovaciones sustanciales
Son cambios de segunda generación, son más extensas y complejas que las incrementales, pero con menos impacto que las transformacionales.
Presencia actual de la destrucción creativa
Aunque la depresión de los años 30 no permitió la adaptación del concepto de destrucción creativa, actualmente se ha convertido en uno de los principales pilares del crecimiento económico, y su significado continúa en aumento.
La historia del Siglo XX dejó en evidencia que las teorías de Schumpeter eran acertadas y que tenía razón en cuanto a la importancia del proceso de destrucción creativa. En lugar de carretas hoy se utilizan vehículos motorizados, pero en cierto momento estos serán reemplazados por productos aún más eficientes y económicos.
Sin embargo, la evolución tecnológica no ha logrado convencer a todo el mundo de los beneficios a largo plazo de la destrucción creativa. Mientras unos comprenden y aceptan dichos beneficios, otros lo rechazan por el desplazamiento de las personas que trabajan en industrias en decadencia. Es decir, se acepta el lado creativo, pero les preocupa el lado destructivo, sin darse cuenta que creación y destrucción van de la mano.
El ejemplo más claro de la destrucción creativa en la actualidad se evidencia en la robotización industrial, la cual ha tenido una fuerte presencia desde hace décadas, sin mencionar a las fábricas automotrices japonesas o de Tesla, donde el número de empleados que necesita una cadena de montaje ha descendido gradualmente.
No obstante, esto no significa la existencia de una reducción total de empleos del sector automotriz; por el contrario, el boom de automóviles cada día más digitalizados, procura nuevos perfiles profesionales que, en muchos casos, no existían y que, obligan a los empleados a una mayor calificación.
La destrucción creativa y la creación de nuevos puestos de empleo
Schumpeter lo describió como un aspecto central para el capitalismo, pero lo cierto es que la desaparición de ciertos sectores económicos a causa del progreso tecnológico es un proceso necesario para que los recursos sean destinados a actividades más eficientes y la economía progrese.
Recientemente, los economistas analizan el rol de la destrucción creativa como fuente fundamental de los países que progresan frente a los que fracasan. La destrucción creativa sólo puede frenarse mediante instituciones excluyentes que sólo eternizan privilegios de las minorías a costa del avance de la mayoría.
La digitalización de las empresas, hogares y su interconexión mediantes redes digitales, constituye un masivo proceso de robotización de tareas que anteriormente estaban en manos humanas, tales como el control a distancia de luces o la redacción de textos de calidad a través de un procesador de textos y una impresora, coloca estas tarea al alcance de cualquier alumno de básica; siendo recursos que, hasta hace poco tiempo, estaban en poder de marcas que empleaban a muchos trabajadores.
Con las nuevas tecnologías, al contrario de lo que muchos piensan, el número de empleos no se disminuye, ya que, si bien desaparecen algunos, surgen otros. Hasta hace tan solo una década no existía el puesto de “experto en usabilidad”, “minero de datos” “seguridad cibernética” o “especialista en infraestructura virtual 3D”, ni mucho menos cargos de desarrolladores de aplicaciones móviles; sin embargo, hoy son perfiles cada vez más solicitados en las páginas web de empleo, así como en un gran número de empresas.
Desde la Revolución Industrial, el desarrollo de la humanidad se ha caracterizado por una constante desaparición de empleos tal y como se conocían y la aparición de otros que no imaginábamos. Algunos economistas opinan que lo que está detrás de recientes propuestas como establecer impuestos a los robots, impedir importaciones de países más eficientes, o impedir aplicaciones como Uber o Airbnb, deteniendo así la economía colaborativa en esos y otros sectores, es tan solo miedo a la “destrucción creativa”.
Algunos ejemplos de destrucción creativa en la historia
Para evidenciar los procesos evolutivos ocurridos en la historia gracias a la destrucción creativa, se retrocede el tiempo dos siglos, cuando el movimiento ludita, propiciado por obreros textiles ingleses, expresaba que su precario empleo estaba siendo amenazado por la mecanización de las fábricas textiles.
Sus acciones más drásticas apuntaron hacia la destrucción de telares automáticos; sin embargo, la automatización del sector textil terminó generando más empleos que los que destruyó.
Otro ejemplo se puede encontrar en la evolución del transporte cuando, a principios de 1900, hubo mejoras incrementales en el transporte tirado por caballos que le permitieron a Henry Ford dominar el mercado, al lanzar el automóvil Modelo T.
Las insuperables mejoras realizadas reemplazaron rápidamente a la antigua forma de transporte por una más innovadora que, a su vez, ha experimentado una gran diversidad de mejoras en el último siglo; sin embargo, para su época, distorsionó mercados y género un importante número de desempleos.
Los avances tecnológicos han revolucionado en diversas industrias como la de la fotografía, específicamente las cámaras Kodak que, aun siendo una de las industrias pioneras en su tiempo, no pudo capitalizar el producto y fueron reemplazadas por cámaras digitales y, en menor medida por teléfonos inteligentes.
La industria musical también ha sufrido grandes cambios en los últimos tiempos. Los registros evolucionaron a cintas y acetatos, luego a CD, DVD, mp3, hasta lo que conocemos actualmente como música digital.
La revolución tecnológica de los últimos tiempos se evidencia con Internet, por ser el ejemplo más completo de destrucción creativa, donde los perdedores no solo fueron los empleados minoristas y sus empleadores, sino igualmente algunos empleados bancarios, como contables o las secretarías y los agentes de viajes. Por su parte el Internet móvil ha contribuido más a la pérdida, donde se ven involucrados desde taxistas hasta cartógrafos.
Los ganadores, más que los programadores, son igualmente numerosos. Internet ha revolucionado totalmente la industria del entretenimiento y su necesidad de talento o producto creativo es igual o mayor. Es cierto que Internet destruyó pequeñas empresas físicas, pero ha creado y cada día surgen más nuevas empresas en línea.
Conclusiones
Muchos empleos físicos importantes del siglo XIX han desaparecido del censo industrial, pero se ven compensados con el aumento del número de trabajadores dedicados a profesiones industriales, intelectuales y de servicios, que implican el uso de nuevas tecnologías, siendo estos trabajos menos arduos y mejor pagados.
La destrucción creativa ofrece múltiples beneficios, lo cual incluye el incremento del potencial para una baja inflación, bajo desempleo y superávit presupuestario; su principal desventaja es el costo social experimentado por las personas que quedan al margen. Pero el punto, como señaló Schumpeter, es que un proceso evolutivo recompensa las mejoras e innovaciones y recorta formas menos eficientes de organizar los recursos.
La línea de tendencia tecnológica apunta hacia el progreso, el crecimiento y niveles de vida más altos en general. Quedando de esta forma y claramente explícito el concepto de destrucción creativa.